martes, 2 de junio de 2009

El hechizo de la música.

Estudiando en mi habitación, con la ventana a medio levantar, suena la música. El día es triste y apagado. Parece que las nubes fueran a llorar y yo, no tengo ganas de estudiar. De repente, suena una canción que me transforma. Por un momento se me olvida todo y me abstraigo hasta el punto de creerme dentro de ella y empiezo a soñar.

Siento como mi cuerpo se estremece y descontrola mi imaginación. No consigo poner orden en mi cabeza. De pronto, en un instante, es como si estuviera metida en un cuadro de Van Goch, donde las pinceladas son tan extrañas y tan confusas. Y yo, atrapada en medio de un campo de amapolas que se contonean al son de la música y me susurran al oído. Tumbada en el suelo, entre un millón de flores de colores, sólo se oye la música. ¡No quiero escuchar nada más! Es impresionante.

Al terminar, sorprendida de mi reacción, me doy cuenta que mi humor a cambiado y sonrío.

A veces me pregunto qué tendrá la música, qué tipo de magia oculta transmite que logra estimular de esta manera mis sentidos.Por este motivo entiendo a los ratones y habitantes de Hamelín. Yo hago lo mismo.

Si tuviera que analizar mi pasado, en todas las etapas de mi vida, siempre recuerdo a una persona y un lugar con una canción. Siempre con melancolía, con tristeza pero al mismo tiempo con mucha alegría por todo lo que me hace sentir. Y cuando escucho esas canciones, sonrió, sin poder evitarlo, recordando aquellos momentos.

1 comentario:

  1. Antes de todo, muchas gracias por seguir mi blog... espero que saques buenas experiencias de él.
    Leyendo tu relato me quedo con un frase, quizás por mi antigua profesión de DJ:
    "siempre recuerdo a una persona y un lugar con una canción".
    Dj Markoz

    ResponderEliminar